¿QUÉ ES «FUTURES LITERACY»?
Cuando decidimos llevar un paraguas por la mañana porque creemos que va a llover más tarde y no queremos mojarnos, estamos utilizando el futuro para tomar decisiones en el presente.
Futures Literacy o conocimiento de futuros es la capacidad de identificar y entender estos mecanismos de anticipación y utilizarlos a nuestro favor para innovar en el presente.
De forma similar, la Agenda 2030, que contiene los 17 Objetivos para el Desarrollo Sostenible , no es más que un plan compartido para un futuro próspero para las personas y el planeta. Por tanto, es la imagen creada de un futuro deseado lo que está modelando nuestras acciones y opciones en el presente.
Desde 2013, el Futures Literacy se difunde a nivel internacional a través de la metodología Futures Literacy Labs (FLL), desarrollada por el profesor Riel Miller, jefe de prospectiva de la UNESCO.
En los FLL se busca analizar cómo las personas utilizan suposiciones anticipatorias para crear diferentes imágenes del futuro, destacando cómo Estas afectan a las percepciones y decisiones de las personas en el presente. La comprensión de cómo estas ideas e imágenes de futuro influyen en la forma en que las personas actúan en el presente es la clave para la innovación.
Así que, al contrario de lo que puede suponerse, el objeto de investigación de Futures Literacy no son predicciones de futuro, sino la pluralidad de ideas e imágenes que las personas tienen respecto al futuro . Solo cuestionando y deconstruyendo nuestras suposiciones sobre el futuro podremos imaginar y crear futuros realmente disruptivos.
La capacidad de “utilizar el futuro” es una habilidad que puede adquirirse y practicarse, permitiendo a las personas entender mejor el rol que tiene el futuro en su presente.
Podemos tener más herramientas para el futuro si consideramos que:
- El futuro todavía no existe, solo puede ser imaginado
- Los humanos tenemos la capacidad de imaginar
Como resultado de estas dos premisas, los humanos somos capaces de imaginar el futuro de distintas formas y estar más preparados para las adversidades. Imaginar diferentes futuros posibles y tener las herramientas para analizarlos con profundidad puede ayudarnos a tomar decisiones para innovar en el presente.
Si quieres saber más sobre Futures Literacy, mira esta entrevista a Rámila Zadeh , experta en innovación.
EL IMPACTO DE LA ALIMENTACIÓN EN EL FUTURO
Actualmente, estamos en una nueva era geológica conocida como antropoceno, donde la huella humana sobre el planeta es insostenible . Nos encontramos con algunos procesos ambientales, como el cambio climático , la pérdida de biodiversidad , los usos de la tierra y los ciclos biogeoquímicos, que ya han pasado su límite de peligrosidad.
Cómo y qué comemos es una de las primeras causas de las emisiones de C02, de la deforestación y de la pérdida de biodiversidad, de que los mares se vacíen de vida y se llenen de plásticos… E incluso de algunas enfermedades de las personas.
La forma que tenemos de producir, distribuir y consumir los alimentos tiene un gran impacto en el planeta y determinará de forma directa los posibles futuros de este. Si ahora, para alimentar a 8.000 millones de personas estamos explotando el planeta más allá de sus posibilidades, ¿cuál será el impacto en 2050 cuando tengamos que alimentar 10.000 millones?
Pero no debemos mirar el futuro con desánimo o miedo. Es cierto que el sistema alimentario es complejo e intervienen muchos actores, tanto a nivel local como internacional, pero nosotros, como individuos, tenemos la capacidad de ayudar a que las cosas cambien y crear un impacto positivo en el futuro de nuestro planeta .
De hecho, cada día tomamos unas 200 decisiones vinculadas a la comida. ¿Te imaginas todo lo que podríamos cambiar con cada una de las decisiones? Tengamos «ecoesperanza» y cambiemos los escenarios catastrofistas por futuros más sostenibles a partir del cambio en nuestros platos. Pero para tomar estas decisiones y cambiar nuestros hábitos alimenticios, primero de todo debemos plantearnos qué futuro o posibles futuros queremos. No hay un solo camino para llegar a esos futuros que imaginamos. De hecho, existen un montón de soluciones.
Una de ellas, propuesta por una comisión de científicos y científicas de la revista The Lancet, es la llamada “dieta planetaria”.
En líneas generales, la dieta planetaria promueve la reducción de la ingesta de proteína animal y los alimentos malsanos, como la sal, el azúcar o los productos ultraprocesados. A su vez, propone duplicar el consumo de verdura, fruta legumbres y frutos secos, priorizando los productos de proximidad, de temporada e integrales.
Si quieres conocer con más detalle la propuesta de la dieta planetaria, lee el artículo “La dieta planetaria o cómo alimentarnos cuidando el planeta”.
Visita la exposición Menja, Actua, Impacta para aprender cómo con nuestra alimentación podemos cambiar el futuro del planeta.
Este artículo ha sido publicado originariamente en el portal web https://eat-life.fundesplai.org en el marco del proyecto europeo EAT:LIFE.